Contexto global

Actualmente, la tecnología nos permite llegar a donde la educación presencial no alcanza, a esas comunidades alejadas con personas que cuentan con internet, pero con vías de comunicación muy deterioradas o intrincadas, en las que llegar a una ciudad con más servicios es particularmente complicado, por lo que las escuelas y universidades no invierten en construir edificios para ese fin. En estos escenarios, la universidad virtual es la mejor opción, debido a que todo se encuentra en una plataforma para la que sólo es necesario tener internet y un teléfono inteligente para acceder a todo un acervo universitario, una comunidad, su material de estudio y sus trámites de documentos.

En el ámbito económico, el mundo tampoco es como lo era hace años: las necesidades productivas son cada vez más apremiantes y las personas cuentan con menos tiempo para interactuar y retomar sus estudios o dedicarse a ampliar sus horizontes académicos. Por ello, la universidad virtual es la mejor opción, ya que tener una formación asincrónica permite al estudiante poder estudiar a su propio ritmo, ya sea en fines de semana, o en horarios escogidos por el usuario.

En el aspecto cultural, nunca se había tenido acceso a tanta información: conciertos, obras pictóricas, espacios turísticos, usos y costumbres de diversos pueblos y naciones; eventos culturales públicos, artísticos, salas virtuales, recorridos virtuales a museos famosos son cada vez más comunes hoy en día. Si bien es cierto que el contacto físico es importante, estos últimos años se demostró la importancia y necesidad de la virtualidad en nuestro entorno.

Contexto nacional

El origen de la EaD en México puede ubicarse en 1833, cuando se establecieron las leyes y reglamentos para el arreglo de la instrucción pública en el Distrito Federal y los territorios de la nación. La intención era alfabetizar a la población adulta que carecía totalmente de educación alguna. Desde luego, era un sistema presencial, pero ya con algunas características de la EaD, como el hecho de estar dirigido a adultos y grupos marginados.

En México, la educación pública ha hecho esfuerzos importantes por llevar la educación a más personas; sin embargo, esto ha sido insuficiente ante la creciente necesidad de las personas de estar más preparados académicamente, lo que lleva nuevamente a la educación virtual como la mejor opción debido a su bajo costo. El esfuerzo de las diferentes administraciones en la educación no va acorde con las necesidades: la única opción de avanzar a pasos agigantados es la educación virtual.

Igualmente, si bien se hacen enormes esfuerzos para acercar la educación a las juventudes mexicanas, los esfuerzos y opciones suelen estar focalizadas en algunos estados, limitando su alcance. Por ejemplo, la Ciudad de México cuenta con 339 universidades, mientras que Colima es el estado con la menor cantidad, con tan solo 22 universidades.