Homofobia en todos los idiomas

México es un país homofóbico, este es un hecho que es imposible negar. Incluso el español mismo ha sido culpado de tener conductas discriminatorias, pero, lamentablemente, la violencia en el lenguaje no se ha limitado únicamente al español. El pensamiento machista que ha dirigido a este país por siglos permea en todas las áreas de nuestra vida; la comunidad sorda y la Lengua de Señas Mexicana no lograron salir intactas de estas ideas y posturas.

Tanto la comunidad sorda como la comunidad LGBT+ han sido víctimas de la invisibilización y violencia sistemática que se vive en México. Además, las personas sordas que forman parte de la comunidad LGBT+ viven una doble discriminación pues existe una intersección entre estas dos vivencias, lo que resulta en una discriminación que no se suma, sino que se potencia por la combinación de estas diferencias.

Se tiene la concepción errónea de que estas comunidades representan una porción diminuta de la población del país, pero la comunidad sorda en México se compone de aproximadamente 2.3 millones de personas, mientras que 5 millones de personas (5.1% de la población) se autoidentificaron como parte de la comunidad LGBT+ (Seis Franjas, 2021).

El primer antecedente que se tiene de una asociación LGBT+ sorda en México fue en 1987, cuan- do un grupo de chicos gay se reunieron en el Vips del Ángel de la Independencia en la CDMX para compartir sus experiencias de vida. Más tarde, es- tos chicos crearían en el año 2000 el grupo Amigos Sordos Gay Club con la intención de tener representación (Comunidad sorda LGBTTTI, 2023). El objetivo del club era que la gente lograra conectarse, tener un espacio para conocer a otras personas como ellos, informarse, apoyarse, divertirse y compartir sus emociones y pensamientos. Deseaban crear un lugar para debatir, pero principalmente para unirse.

Actualmente, en México existen aproximadamente 22 organizaciones de personas LGBT+ sordas. A pesar de que las personas sordas y las personas de la comunidad LGBT+ siempre han existido, su historia oficial en México comienza en el siglo XIX. En 1867, por decreto del entonces presidente Benito Juárez, se estableció en la Ciudad de México la Escuela Nacional de Sordomudos, la que fuera la primera escuela para sordos en el país. En ella, maestros de todo el país se formaron para la enseñanza de personas sordas. Una de las figuras más importantes de la institución fue el profesor francés Eduard Huet, quien llegó a México después de enseñar la lengua de señas en Brasil. Por tanto, la LSM fue el resultado de una combinación de la Lengua de Señas Brasileña, la Lengua de Señas Francesa y de las señas autóctonas que las y los alumnos de la escuela utilizaban antes, durante y después de su estancia.

Como todos los idiomas, la Lengua de Señas Mexicana es un reflejo de la sociedad que la creó y la que la usa. Gran parte de la población sorda accede a la LSM, y la información en general, a través de los intérpretes; en México, existen menos de 80 intérpretes certificados, y muchos de ellos pertenecen a alguna religión o creencia que obstruye la información que comunican, por ejemplo, evitan tratar temas relacionados al sexo y a todo lo considerado como inadecuado.

Dado el abordaje que se tiene sobre la discapacidad a lo largo de la historia, las acciones en pro de las personas con discapacidad han sido mayormente religiosas y rara vez se habla de la sexualidad. La información relacionada a la preferencia sexual y la identidad de género difícilmente se puede hacer llegar a la población sorda, ya que existe en la educación una visión conservadora e incluso religiosa.

Ser LGBT+ dentro de la comunidad sorda es enfrentarse a una forma distinta de discriminación. Existen señas y gestos machistas y homofóbicos que no tienen una traducción específica al es- pañol, pero marcan grandes diferencias entre lo masculino y lo femenino, causando un fuerte impacto en las personas que, además de ser sordas, pertenecen a la comunidad LGBT+.

Además de las violencias que se viven en la sociedad, las personas sordas no suelen tener las herramientas necesarias para comunicar cómo se sienten, qué prefieren y cómo se identifican. Por eso, no es de extrañar que la tasa de suicidio en las personas con discapacidad es 10 veces más alta que la de la población en general; se estima que el 45% de la población LGBT+ ha intentado suicidarse (Seis Franjas, 2021).

Las personas solemos comunicarnos a través de las palabras, signos e imágenes. A todas estas, las dotamos de significado y las compartimos para poder entendernos como comunidad. Inventamos las palabras o signos para nombrar las cosas nuevas o definir conceptos. El uso de la lengua de señas, y de una lengua con la que se puedan identificar y nombrar, es un derecho cultural de las personas con discapacidad auditiva y es un factor esencial para preservar y promover su sentido de identidad y de comunidad.

Cuando nos comunicamos, transmitimos nuestra manera de ver y entender el mundo. Nuestro mensaje y lenguaje puede ser homofóbico, agresivo y ofensivo. Puede promover conductas discriminatorias, incluso a veces sin que lo notemos. George Steiner, filósofo francés, decía que “aquello que no se nombra, no existe” (Dudzinski, 2022). No hay manera más eficaz de ocultar, invisibilizar e incluso negar la existencia de algo o alguien que no nombrándolo. Por eso debemos reivindicar nuestra existencia e identidad a través de un lenguaje que nos considere a todxs.

Existen diversas señas para las mismas identidades dependiendo de la zona del país desde la que se esté hablando, pero cada comunidad sorda y LGBT+ ha encontrado su manera de nombrarse y expresarse dentro y fuera de sus comunidades. Estos cambios y apropiaciones en el lenguaje no se tratan de una formalidad, sino de una forma de lenguaje que acompaña un cambio de contenidos sociales que pretendemos lograr.

No es suficiente luchar en contra de la discriminación y la homofobia si sólo se hace en un len- guaje para oyentes. La mayoría de los esfuerzos para combatir la homofobia no están dirigidos a la población sorda. Mientras no haya inclusión de la lengua de señas en la educación, la salud y la justicia, el panorama seguirá siendo el mismo.

Como personas diversas en México, hemos aprendido que existir es resistir. A pesar de que la población y las instituciones han presionado de manera violenta en nuestra contra, no han logrado eliminarnos. La diversidad en México seguirá, les guste o no. Seguiremos aquí, exigiendo uno a uno los espacios que nos corresponden.

Como dijo la gran Casavina, activista, drag queen, sorda y LGBT+:

Debes esperar que, no importa lo que hagas, siempre habrá discriminación. Así que lo mejor es ser tú misma, porque siempre serás discriminada sin importar por qué. Y es importante amar lo que eres, amar lo que estás haciendo y seguir con tu vida. (Alvarado, 2019)

Quiero dedicar este artículo a la vida y trabajo de Michel Castro Guizar, activista sordo LGBT+ quien fue asesinado de manera violenta en junio de 2023 dentro de su casa en Puerto Vallarta, Jalisco. Lo buscó su familia y lo encontró la ayuda ciudadana. Su memoria seguirá siendo un motor para la lucha.

Referencias
  • Alvarado, J. (2019). Afirmando tres identidades: Latinx, LGBTQ y con discapacidad auditiva. El Nuevo Sol. https://elnuevosol.net/2019/03/la- tinx-lgbtq-sordo/
  • Comunidad Sorda LGBTTTI (2023). Página de inicio. https://sordoslgbttti.wixsi- te.com/lgbtsordos
  • Zona Docs (2022). Colectivo de personas con Discapacidad LGBTT- TIQ+: La lucha por erradicar un do- ble prejuicio. https://www.zonadocs. mx/2022/06/08/colectivo-de-perso- nas-discapacitadas-lgbtttiq-la-lu- cha-por-erradicar-un-doble-prejuicio/
  • Dudzinski, I. (2022). Aquello que no se nombra, no existe. O por qué es necesario comunicar con justicia de género. Amnistía Internacional, Sección Española. https://www.es.amnesty. org/en-que-estamos/blog/historia/ articulo/aquello-que-no-se-nombra- no-existe-o-por-que-es-necesario-co- municar-con-justicia-de-genero/#:~:- text=Lo%20que%20no%20se%20 nombra%20no%20existe&text=Las%20 dotamos%20de%20significado%20 y,o%20alguien%20que%20no%20nom- br%C3%A1ndolo
  • Lineros Pantoja, A. (2019). La discriminación de género en la comunidad sorda LGBTI: Relatos de la vida o Historia de la vida. CAIDSG. Universidad Pedagógica Nacional.
  • Seis Franjas (2021). Falta de acceso a salud mental para mujer lesbiana la orilla al suicidio. Seis Franjas Mx. ht- tps://seisfranjasmx.com/2021/05/07/ falta-de-acceso-a-salud-mental-pa- ra-mujer-lesbiana-la-orilla-al-suicidio/
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